Sóller se vistió de gala para rendir un merecido homenaje a Rafa Rullán, medio años después de su pérdida, en un evento especial y emotivo delante muchas personalidades del mundo del deporte y la sociedad mallorquina y en el que se despidió a la primera gran leyenda del baloncesto balear en la tierra que tanto amaba.
El Poliesportiu Son Angelats acogió una mañana de sábado de emoción con diferentes actividades para recordar y poner en valor la figura de Rafa Rullán. Emociones, regalos, sonrisas y mucho baloncesto para recordar a la leyenda balear. El eje principal fue el partido entre veteranos del Joventut Mariana-Mallorca y el Real Madrud, club en el que jugó durante casi toda su trayectoria professional, en un encuentro en el que lo menos importante fue el resultado y en el que muchas figurar volvieron a vestirse de corto. Especialmente emotivo fue el partido para Jorge y Javier, los hijos de Rafa Rullán, y que defendieron la camiseta blanca con el dorsal de su parte, el 12. Antes, Fernando Romay y Juan Antonio Corbalán ofrecieron una charla formativa sobre los valores del baloncesto a la juventud. Pero los momentos más emotivos se guardaron para el final cuando su propia família descubría el mural y la placa commemorativa que se ha preparado para dejar de forma permanente en el Poliesportiu de Son Angelats para recordar de forma indefinida a Rullán.