A veces, el fútbol no va solo de goles ni de clasificaciones.
A veces, va de constancia, de sonrisas que no se apagan, de abrazos después de la derrota, de miradas cómplices que dicen: “seguimos”.
Este domingo, el Ferriolense B volvió a disfrutar del fútbol. Después de una temporada larga y difícil, con muchas más pruebas que alegrías, el equipo logró una victoria que sabe a gloria: 1-0 contra el Sóller.
El camino no fue fácil. En este último partido, mermado por las bajas por lesiones y por compañeros que se han marchado, el equipo estaba incompleto. Pero en medio de todo eso, llegó la ayuda. Cinco jugadores del Alevín A, de División de Honor, subieron a reforzar al grupo con esfuerzo, entrega y una gran actitud. Hicieron un auténtico partidazo, integrándose con naturalidad y demostrando que el trabajo en equipo no entiende de categorías.
Han sido meses sin saborear una victoria, meses de aprender a levantarse, de crecer en medio de la adversidad. Se fue el entrenador, se fueron compañeros… pero ellos se quedaron. Unidos. Fuertes. Con esa alegría que no se entrena y ese espíritu que no se compra.
Y entonces llegó un nuevo entrenador. Alguien que ya conocía bien a los jugadores y que nunca dejó de creer en ellos. Supo ver más allá del marcador y les ayudó a recuperar la confianza y la ilusión, a volver a disfrutar.
El gol del domingo no fue solo un gol. Fue un premio a la constancia, al compromiso, al compañerismo que no deja a nadie atrás. Fue el reflejo de lo que realmente significa ser un equipo.
También se quiere felicitar al Sóller, por su entrega, su esfuerzo y su deportividad durante todo el partido. Porque el fútbol también es respeto, y eso se notó en cada minuto.
Más allá del resultado, este partido fue una celebración del esfuerzo colectivo, del crecimiento personal y del amor por el deporte.
El Ferriolense B finaliza la temporada en 11ª posición. Una clasificación que quizá no refleja todo lo que han dado, ni lo que merecían. Pero que cierra una etapa llena de aprendizajes y deja la vista puesta en la próxima temporada. Llega el momento de seguir soñando… y de disfrutar del camino.