El domingo en el campo de Son Ferriol, el Ferriolense se enfrentó al San Cayetano en un partido marcado por la intensidad, la polémica arbitral y un desenlace adverso para los locales, que cayeron por 1-2.
El Ferriolense, con una sólida actuación inicial, logró adelantarse en el marcador gracias a un gol trabajado y merecido. Sin embargo, el arbitraje influyó de forma evidente en el desarrollo del juego. Una de las jugadas más destacadas fue un claro penalti a favor del Ferriolense que el árbitro decidió no señalar, a pesar de las claras protestas tanto de los jugadores como del cuerpo técnico.
De haberse pitado y convertido, habría supuesto el 2-0, un gol que podría haber cambiado por completo el ritmo y el desarrollo del partido.
Este tipo de decisiones, sin duda, condicionaron el encuentro y dejaron la sensación de que el resultado pudo haber sido muy diferente.
El empate llegó tras una jugada desafortunada que terminó en gol para el equipo visitante. Ese momento marcó un punto de inflexión en el partido, ya que San Cayetano aprovechó la inercia para continuar presionando y, poco después, logró anotar el tanto definitivo que puso el 1-2 en el marcador.
A pesar de su posición en la tabla, el San Cayetano no demostró un nivel que justificara su lugar entre los equipos de la parte alta, ya que el Ferriolense se ha enfrentado a rivales de mayor calidad durante la temporada, dejando claro que, en este caso, el marcador no reflejó la verdadera diferencia entre ambos equipos.
Con esta victoria, San Cayetano sube al segundo puesto de la clasificación, aunque sigue a una gran distancia del líder. Mientras tanto, el Ferriolense mantiene su espíritu competitivo y deja claro que seguirá luchando en cada partido, porque, como siempre, la garra y la determinación son sus principales señas de identidad.