El arranque de la temporada 2025-2026 en el Camp Municipal de Consell estuvo marcado por la intensidad, la polémica y la resistencia de un Llubí que, a pesar de quedar en inferioridad numérica a la media hora, compitió hasta el final. El CD Consell B supo aprovechar sus momentos clave y se impuso por 3-1, con un doblete de Juan José Cerro Moya y la sentencia de Manel Miquel Arrom Deyá, en un partido vibrante que dejó lecturas importantes para ambos conjuntos.
Un inicio equilibrado y la acción que cambió el partido
El choque comenzó con dominio visitante. El Llubí, bien posicionado, controló la posesión en los primeros compases, con Guasp Bergas y Llabres Estelrich generando movilidad en ataque. Sin embargo, todo cambió en el minuto 30: el portero Rafel Serra Vanrell vio la tarjeta roja directa tras una acción polémica en la frontal del área. La inferioridad numérica obligó a los de Llubí a reorganizarse, sacrificando piezas ofensivas para mantener equilibrio.
El Consell, que hasta ese momento encontraba dificultades para imponer su ritmo, se volcó en busca del gol. Y lo encontró en el minuto 35: Cerro Moya abrió el marcador con un remate oportuno dentro del área, aprovechando un desajuste defensivo tras un saque de esquina.
Gol psicológico al inicio de la segunda parte
El paso por vestuarios no frenó al Consell, que salió decidido a sentenciar. Apenas iniciado el segundo tiempo, en el 46’, nuevamente Cerro Moya apareció para marcar el 2-0, un gol que parecía encarrilar la victoria local.
Pero el Llubí no se rindió. Con mucho sacrificio en defensa y buscando transiciones rápidas, logró recortar distancias en el 56’. El capitán Miguel Ángel Frau Mackenzie, incorporado al ataque, sorprendió con un remate que batió al guardameta Sergi Marce Gil, devolviendo la emoción al choque con el 2-1.
Un Llubí valiente en inferioridad
El tanto visitante cambió el guion. Durante varios minutos, el Llubí creyó en la remontada. Tomeu Serra Durán y Mateu Pujadas Llull se multiplicaban para presionar la salida de balón del Consell, que acusó la falta de calma en algunos tramos. El conjunto local, sin entrenador oficial en el banquillo, se apoyó en las indicaciones de su cuerpo técnico para reorganizarse y frenar el ímpetu visitante.
El esfuerzo físico del Llubí empezó a notarse. Los cambios introducidos por su técnico improvisado buscaban aire fresco, pero la falta de un jugador de referencia en punta limitó sus opciones. Aun así, la afición visitante reconoció la entrega de un equipo que, con diez hombres, nunca dejó de pelear.
La sentencia llegó en el tramo final
Cuando más dudas ofrecía el Consell, apareció la calidad de sus jugadores de segunda línea. En el minuto 84, Manel Miquel Arrom Deyá culminó una jugada bien elaborada para firmar el 3-1 definitivo, aprovechando el desgaste del rival. Ese gol cerró cualquier esperanza de remontada para el Llubí.
El tramo final estuvo marcado por la acumulación de tarjetas, reflejo de la tensión del encuentro: Tarraga, Fuentes Ramis y Barceló Mico vieron amarilla en el Consell, mientras que Guasp Bergas y Oliver Cladera fueron amonestados en el Llubí. El árbitro Fernando Moranta García, acompañado por sus asistentes Marc Mari Triay y Alejandro Martínez Fernández, tuvo que emplearse a fondo para mantener el control en un partido de alta intensidad.
Protagonistas y claves del partido
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Figura del partido: Juan José Cerro Moya, decisivo con dos goles que encarrilaron la victoria.
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La resistencia: El Llubí, pese a la expulsión temprana de su portero, compitió con orgullo y llegó vivo al tramo final.
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El detalle táctico: El Consell aprovechó su superioridad numérica ensanchando el campo y cargando el área con hombres como Triay Daviu y Jiménez Carnevale, aunque no siempre encontró claridad.
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La sorpresa: El gol visitante de Frau Mackenzie, que metió presión a los locales y dio emoción al segundo tiempo.
Lectura para la temporada
Este debut deja conclusiones distintas para ambos equipos. El Consell B mostró pegada en momentos clave, pero también cierta irregularidad a la hora de gestionar ventajas, un aspecto que deberán corregir si quieren aspirar a estar arriba en la tabla. La ausencia de entrenador oficial en el banquillo no pasó desapercibida y será un factor a seguir en las próximas jornadas.
Por su parte, el Llubí sale reforzado moralmente: a pesar de la derrota y de la expulsión de su portero, el equipo demostró solidaridad y capacidad de sufrimiento. Si logran mantener esa entrega con once jugadores en el campo, pueden ser un rival muy incómodo a lo largo del campeonato.
Conclusión
El 3-1 final refleja la eficacia del Consell, pero también la garra de un Llubí que, con un jugador menos durante más de una hora, nunca se rindió. Fue un partido con polémica, goles y emoción hasta el tramo final: un aperitivo perfecto de lo que promete ser una temporada apasionante en la liga regional balear.